jueves, 17 de noviembre de 2011

Lunes 24 de noviembre: Amor, verdad, comunicación



“Buena comunicación…” “falta de comunicación-mala comunicación”…”ha fallado la comunicación”.

Desde hace décadas estas expresiones han sustituido a: “Se llevan bien”; “se llevan mal”; “se ha olvidado de algo o se ha enfadado por algo”…

Parece que esto preocupa en casi todos los ámbitos: amor, trabajo…

¿Y si pensáramos todo esto desde la verdad humilde… y sabia?. Parece que el orgullo, los prejuicios, las manías (fobias y filias) se llevan mal con la comunicación, la verdad y consiguientemente el amor

Así las cosas, si te parece, ahí va una nueva propuesta

Lunes 21 de noviembre:

Seminario Interdisciplinar Cine-forum, "Tópicos y Ética"

Lugar: ISSA (Aula: 3-4)

Hora: 19:30

Título: «¿Por qué no hay amor sin verdad?»

Proyección de la película:

ORGULLO Y PREJUICIO (Pride & prejudice)

Dirección: Joe Wright.

País: Reino Unido.

Año: 2005.

Duración: 127 min.

Género: Drama romántico.

Interpretación: Keira Knightley (Elizabeth Bennet), Matthew Macfadyen (Sr. Darcy), Brenda Blethyn (Sra. Bennet), Donald Sutherland (Sr. Bennet), Tom Hollander (Sr. Collins), Rosamund Pike (Jane Bennet), Jena Malone (Lydia Bennet), Judi Dench (Lady Catherine de Bourg), Carey Mulligan (Kitty Bennet), Talulah Riley (Mary Bennet).

Guión: Deborah Moggach; basado en la novela de Jane Austen.

Producción: Tim Bevan, Eric Fellner y Paul Webster.

Música: Dario Marianelli.

Fotografía: Roman Osin.

Montaje: Paul Tothill.

Diseño de producción: Sarah Greenwood.

Vestuario: Jacqueline Durran

Modera: Rafael Hernández Urigüen

Organizan: ISSA y C.M.U. Ayete

Participación: Totalmente libre.

Participación virtual en: http://topicosyetica.blogspot.com/

Un saludo grande,

Rafa


1 comentario:

  1. Pride & Prejudice nos muestra las diferencias entre la vida de antes y la de ahora. Sobre todo, recalca el ansia y la necesidad de las madres por casar a sus hijas con el mejor hombre, o con uno cualquiera, para garantizarles un futuro honrado.

    En esta película vemos como lo importante en esta vida es casarse por amor y por voluntad propia y no por voluntad de tus padres. Sin embargo, no digo que los padres no debieran consentir el matrimonio y aceptar la pareja de la hija, pues estoy a favor de este punto.

    Por otro lado, comprobamos que el orgullo “extremo” nos hace perder muchas oportunidades, muchas de las cuales jamás se nos volverán a presentar. Por ello, se debe aprender a moderar dicho orgullo y dejarse llevar por el destino de vez en cuando.

    Irene Álvarez

    ResponderEliminar